Ya no es tiempo de mirar atrás ni de lamentarse de lo que pudo haber sido y no fue. Ya no valen las medias victorias, los culpas enteras, el sentimiento de menosprecio cuando tu sudor vale menos que el de los demás… todo eso se acabó, ahora es tiempo de disfrutar, de saborear cada paso que das, cada lagrima, cada gota de sangre y sudor… porque cuando una victoria se gana con el sudor de todas las personas participantes en la lucha el sabor es más dulce y la recompensa más agradable… y entonces si es una victoria común, grupal y esencial!
“Detrás de toda victoria existe un largo camino de preparación, que implica una gran disciplina y sacrificio personal para lograr el éxito en conjunto“
ME GUSTA MUCHO
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